viernes, 30 de diciembre de 2011

Escriba latino: Hipondríaco

Hipondríaco.

Dos amigos se encuentran en un bar. Uno le pregunta, ante la llegada de la camarera:

¿Que te parece una picada con cerveza?

No, me duele terriblemente el estómago.

¿Querés probar con alguna de éstas? Son ideales. –El hombre extrae de su campera dos tubos de grageas de distinto color.

Sabés que no me gusta automedicarme, rezonga el enfermo.

Pero no te automedicas, te las estoy dando yo. –el tipo hace un gesto suficiente.

¡Qué! ¿Sos médico acaso?

Ya sabés que no.

¿Enfermero?

No, pero me las recomendó mi primo.

Tu primo, ¿es médico? –pregunta desconfiado el enfermo.

No, electricista –sostiene el amigo con voz neutra.

No insistas, no voy a tomar nada. Ya se me pasó…

¿Viste que de verdad funcionan? Ja, ja.

¡Sos un pelotudo!

Mozo, una picada para dos y una cerveza de litro.

domingo, 3 de enero de 2010

16 consejos de Borges J.L.

16 consejos de Jorge Luis Borges



Adolfo Bioy Casares, en un numero especial de la revista francesa L’Herne, cuenta que, hace treinta años, Borges, él mismo y Silvina Ocampo proyectaron escribir a seis manos un relato ambientando en Francia y cuyo protagonista hubiera sido un joven escritor de provincias. El relato nunca fue escrito, pero de aquel esbozo ha quedado algo que pertenece al propio Borges: una irónica lista de dieciséis consejos acerca de lo que un escritor no debe poner nunca en sus libros.


En literatura es preciso evitar:


1- Las interpretaciones demasiado inconformistas de obras o de personajes famosos. Por ejemplo, describir la misoginia de Don Juan, etc.



2- Las parejas de personajes groseramente disímiles o contradictorios, como por ejemplo Don Quijote y Sancho Panza, Sherlock Holmes y Watson.




3- La costumbre de caracterizar a los personajes por sus manías, como hace, por ejemplo, Dickens.




4- En el desarrollo de la trama, el recurso a juegos extravagantes con el tiempo o con el espacio, como hacen Faulkner, Borges y Bioy Casares.




5- En las poesías, situaciones o personajes con los que pueda identificarse el lector

6- Los personajes susceptibles de convertirse en mitos.


7- Las frases, la escenas intencionadamente ligadas a determinado lugar o a determinada época; o sea, el ambiente local.


8- La enumeración caótica.



9- Las metáforas en general, y en particular las metáforas visuales. Más concretamente aún, las metáforas agrícolas, navales o bancarias. Ejemplo absolutamente desaconsejable: Proust.


10- El antropomorfismo.


11- La confección de novelas cuya trama argumental recuerde la de otro libro. Por ejemplo, el Ulysses de Joyce y la Odisea de Homero.


12- Escribir libros que parezcan menús, álbumes, itinerarios o conciertos.


13- Todo aquello que pueda ser ilustrado. Todo lo que pueda sugerir la idea de ser convertido en una película.


14- En los ensayos críticos, toda referencia histórica o biográfica. Evitar siempre las alusiones a la personalidad o a la vida privada de los autores estudiados. Sobre todo, evitar el psicoanálisis.


15- Las escenas domésticas en las novelas policíacas; las escenas dramáticas en los diálogos filosóficos. Y, en fin:

16- Evitar la vanidad, la modestia, la pederastia, la ausencia de pederastia, el suicidio.

El chasco

Jorjo Wainot


Una tarde de verano caminando por un camino polvoriento y sin sombra sobre un terreno llano como sólo la pampa puede ofrecer, un ingeniero agrónomo con su teodolito a cuestas y fastidiado porque no ha divisado una persona en varias horas y ha perdido a medias el rumbo ya que su peón de campo ha desaparecido, llega a una encrucijada de cinco direcciones posibles, todas sin señalizar, por supuesto.
Intenta orientarse pero es inútil. Por uno de los caminos y a unos quinientos metros divisa un árbol, no muy frondoso, pero un árbol al fin.
Se dirige hacia él a paso cansino, cuando llega, encuentra sentado en el único lugar sombreado a un anciano. Con alivio y contrariado al mismo tiempo decide molestar al hombre con la esperanza de que lo tome por loco y se vaya, dejándole la sombra libre.
­ - Buenas tardes buen hombre. ¿Por cual de estos caminos encuentro a Dios?
El anciano, sin dudar señala a su derecha. El ingeniero sorprendido repregunta.
­ - ¿Y el Sol por donde sale? El anciano gira su cuerpo y señala el camino del Este.
­ - ¿Y si con el teodolito trazo una línea que una los dos puntos? ¿Hacia donde me llevaría el punto medio del camino, buen hombre?
La sonrisa socarrona del ingeniero se contrapone con el ceño fruncido del viejo, que parece meditar la respuesta, preocupado. Luego de unos minutos lo mira a los ojos y le responde.
­ - ¡Al carajo!

Desde el principio

A lo largo de este taller de literatura hemos recibido cantidad de información sobre los distintos aspectos de la forma de relatar historias y una necesidad que ha surgido y no hemos resuelto hasta hoy es, compartir nuestros trabajos, para el enriquecimiento mutuo.

Escribir, para mi, es de un profundo disfrute. Crear personajes y situaciones de ficción ha liberado mi yo interior hacia estados nunca imaginados. Espero que a ustedes les ocurra lo mismo.

¡ A la carga!

Mi experiencia, breve por cierto, me ha llevado a la conclusión de que todos tenemos un rico mundo interior, silente, y me gustaría que este humilde blog nos permita abrirnos y expresar nuestras opiniones y trabajos sobre nuestra pasión.
El oficio de escribir ficción.


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Escritor aficionado de cuentos y novelas policiales.